Una integral sucinta, a manera de opúsculo, reflexión del prolijo entorno de la ejecución de los proyectos; razonar, discurrir cómo producir las obras y la importancia de su atinada predicción en los factores de calidad, precio y plazo; señalando la trascendencia en la satisfacción del cliente generador de armonía.
Hago énfasis en su primer nivel de división estratégica, los diseños y las construcciones en analogía a los procesos productivos. Hay un enfoque detallado en las alternativas de contratación de las obras y su manera de presupuestarlas mediante recomendaciones operativas de sus procesos, producto de mis observaciones, es decir lo que considero conveniente, a partir de lo que hube experimentado para contribuir en nuestra necesaria evolución cultural; destacando dos muy importantes aspectos: Reflejar ágilmente las nuevas necesidades que se vayan incorporando y posiblemente aparejar con resolver y convertir a ejecutable las necesidades solucionadas y paradójicamente no ejecutables; lo que vincula al dilema de cómo fijar las cantidades de obra de igual manera que se fijan los respectivos precios unitarios en las contrataciones de obra.
Ilustraciones del libro (más usadas):
Busilis significa el punto en el que estriba el intringulis, es decir la dificultad, del asunto de que se trata. Y esta dificultad está en el entendimiento de la conceptualización financiera de la valoración de las inversiones, la dificultad es esa ausencia del placer más noble, que es el júbilo de comprender; según da Vinci.
La conceptualización de la valuación financiera, a su vez, se ancla en dos conceptos: el costo del capital o precio del dinero asociado al riesgo, y el valor del dinero en el tiempo. De estas dos mencionadas ideas, hay más competencia en la idea del valor del dinero en el tiempo, pero el enfoque de una valorización debe estar en cómo hallar el precio del dinero o capital, ese que se asocia al riesgo.
Y tenemos que partir por entender que, entre dar y recibir, hay una reciprocidad y cuando se prescinde del trueque, está naturalmente correspondida con el cobrar y pagar. Y cuando hablamos de valores de una compraventa de mercado, decir que lo que se cobra es igual a lo que se paga, pudiere ser una tautología similar a la que se le atribuye a Kalecki, coetáneo de Keynes, sobre el concepto de que el ahorro financia a la inversión, génesis de la identidad ahorro = inversión.
Y entender que se evalúan los proyecto y se evalúan las inversiones, y que no necesariamente las inversiones van aparejadas a un proyecto de un proceso productivo, siendo que este trabajo se enfoca en ese tipo de inversiones. y que valuar y presupuestar se corresponden.
Presento la conocida controversia de por qué tantos indicadores de rentabilidad, siendo que mi respuesta es que sucede que la costumbre de las finanzas es contar con un sinfín de indicadores a manera de índices. Y coadyuvamos a evitar confusiones si nos ponemos de acuerdo para adoptar un solo nombre para cada cosa; no como el caso del importante concepto del precio o costo del dinero, que se usa como tasa de descuento en el aspecto del valor del dinero en el tiempo y que tiene tantos sustantivos.
Y verso sobre: el rol de la Academia en la costumbre de la enseñanza de los negocios fuera de las escuelas o facultades de administración o de negocios; así como también apunto a que naturalmente se distinga el rendimiento de una particular inversión, y el rendimiento de un negocio; ya que la manera de hallar el precio del dinero culmina en el WACC, que parte del principio de que esos rendimientos son diferentes entre sí.